Se usan líquidos inflamables en muchos lugares de trabajo. Si se recuerdan algunas reglas sencillas, de sentido común, al manejar y almacenar líquidos inflamables, se pueden evitar lesiones a su persona y a sus compañeros de trabajo, así como evitar incendios en el sitio de trabajo. Los líquidos inflamables en sí no arden, pero según se evapora el líquido, emite vapores que, al mezclarse con el aire, forman gases peligrosos que pueden incendiarse con sólo una pequeña chispa. |
|